Anong (Komgrit Triwimol, Tailandia 2024) o sobre si podemos enamorarnos de un espíritu
He decidido ver Anong* pensando que se trataba de una película de terror y, definitivamente, no lo es. No en el sentido en el que solemos entender al cine de terror cuando, en buena parte, Anong es una comedia en el que se mezclan los espíritus que buscan descansar en paz, la tragedia de la muerte violenta, el humor y el romance. Tal vez debería leer mejor las sinopsis antes de comenzar a ver un film pero lo cierto es que, a pesar de su liviandad, el film deja planteadas algunas cosas que me parecen interesantes para pensar mucho de lo que está pasando en nuestras vidas. A ver si aclaro esto mejor.
Hace unos días leía que la aparición de Deepseek había provocado que muchos jóvenes chinos buscaran en este modelo de IA ayuda psicológica, compañía y, especialmente, alguien que los escuche. El fenómeno no es local, esto ocurre en todo el mundo, pero sabemos que aquellos países donde el sintoísmo forma parte de la tradición local, los límites entre la vida y la muerte se encuentran desdibujados y el animismo propio de la espiritualidad sintoísta o budista hace que en Japón un robot o un holograma sean considerados entes dotados de espíritu y, por lo tanto, reciban una consideración social muy distinta a la que les damos en Occidente.
En Anong nos encontramos con un protagonista (Joe) quien es un joven solitario cuya buena parte de su vida se reduce a estar en su habitación jugando juegos en línea. Una serie de casos fortuitos lo llevan a hacerse cargo de una vieja casa abandonada donde descubre que, en realidad, está aún habitada por tres fantasmas con quienes logra trabar amistad. La película muestra que Joe, en realidad, es una persona social, alegre que disfruta de la compañía pero que es también sensible a los problemas de los demás. Tal vez, como occidentales, nos cueste ver las similitudes que pueden plantearse para una persona china o tailandesa, la relación planteada en el film entre Joe y Anong (la protagonista fantasma del film) y el niño de 14 años que se enamora de un personaje creado por IA y encuentra en el suicidio la única forma de poder estar con ella. En el film hay enamoramiento (Joe y Anong) y se plantea el mismo dilema: ¿es posible llevar adelante una relación afectiva entre una persona viva y un espíritu? Pero, más allá del film, la pregunta se extiende en nuestras propias sociedades, menos espirituales pero igual de desesperadas por encontrar a alguien que sea capaz de escucharnos y de compartir nuestro día a día.
*Anong es conocida en español como My Boo
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